jueves, 22 de noviembre de 2012

Los Julio - Claudios en la historia de Roma | Historia de Roma (XXXVIII)

Al leer los anales de la tradición sobre el período imperial, parece que algunos emperadores fueron personas deplorables y políticamente peligrosas. Sin embargo, muchas de estas descripciones son poco dignas de confianza, fruto más bien de una propaganda hostil de la clase senatorial, ligada a las anteriores formas de gobierno republicano, que veía en el dominio del emperador una disminución de su propio poder. Es natural, por ello, que cada acto del emperador fuera mirado con extremo recelo, especialmente cuando no respetaba la voluntad de los senadores. Por tanto, hay que considerar con suma cautela los juicios de la tradición histórica, en particular los negativos.

Agripina en la historia de Roma

- Tiberio, sucesor de Augusto


A la muerte de Augusto le sucedió su hijastro Tiberio.

+ Las dos fases del reinado de Tiberio


En su reinado se pueden distinguir dos fases: la primera estuvo coronada por la eliminación del peligro de infiltración de poblaciones germánicas (victoria de Hasbach en el 15 por obra de Germánico); la segunda, que coincide con la época en que Sejano era prefecto del pretorio y directo colaborador del emperador, se caracteriza por las continuas dificultades de corte, la dura acción de los tribunales de lesa majestad y el incontrolado despotismo militar de los pretorianos. Éste fue el período en el que Tiberio, cansado y amargado, se alejó de la capital para encerrarse en su espléndido aislamiento de la isla de Capri, dejando en manos de Sejano el control del imperio. La ejecución del prefecto mejoró la situación, aunque no logró disipar completamente el clima de terror y de persecución que caracterizó los últimos años del principado de Tiberio.

- Cayo César, sucesor de Tiberio


A Tiberio le sucedió Cayo César, hijo de Germánico, llamado Calígula por el particular tipo de calzado militar que llevaba desde que era un niño. También su imperio distó de ser tranquilo, sobre todo por las extrañezas del emperador derivadas de sus frecuentes ataques de epilepsia. A ello se añadió el fallido intento de instaurar en Roma una monarquía de tipo oriental, como habían soñado César y después de él Antonio. Pero la decidida oposición de la oligarquía senatorial obligó a Calígula a mantener el principado en sus líneas tradicionales. Murió apuñalado por un pretoriano, en una de tantas conjuras palaciegas urdidas durante su imperio.

- Tiberio Claudio Nerón, sucesor de Cayo César


A la muerte de Calígula los pretorianos, sin esperar la decisión del senado, eligieron a Tiberio Claudio Nerón, hermano de Germánico y tío del emperador muerto, conocido con el nombre de Claudio. La tradición historiográfica es particularmente hostil en relación a Claudio, pese a lo cual su reinado puede ser valorado como uno de los más positivos de toda la época imperial, sobre todo por la lúcida obra de gobierno y la válida política económica que llevo a cabo.

+ Realizaciones más significativas del reinado de Claudio


Su objetivo era imprimir al estado una dirección equilibrada, sin diferencias importantes entre las diversas fuerzas. Se enfrentó con la realidad política, respetando la tradición y abandonando cualquier veleidad absolutista. Pero el poder se concentraba inevitablemente en las manos del emperador, para contrarrestar las tendencias centrífugas y controlar los ataques destructivos. Entre las realizaciones más significativas de su reinado cabe mencionar la creación de una eficiente burocracia; la promoción de una política a favor de las provincias, orientada a crear una base uniforme en el imperio; la conquista de Mauritania (42 d.C.) y Britania meridional (44 d.C.), y la organización de Palestina y de Judea, que fueron anexionadas a Siria (44 d.C.).

Claudio promovió asimismo una política financiera meticulosa que puso orden en las finanzas del estado, endeudado por Calígula, y reforzó la unión estatal. Murió a fines de 53 d.C., envenenado por su esposa Agripina, quien quería asegurar la sucesión a su hijo Nerón, adoptado pocos meses antes por el emperador.

- Nerón


Nerón, hijo del primer marido de Agripina, Cneo Domicio Ahenobarbo, de quien se había quedado viuda, reemplazó a Británico, hijo de Claudio y de Mesalina y legítimo sucesor al trono antes de la adopción.

El nombramiento de Nerón, conseguido con el apoyo de los pretorianos, fue ratificado oficialmente por el senado, que desde hacía tiempo carecía de fuerza y de iniciativa.

El nuevo emperador, que ha pasado a la historia como la figura paradigmática del tirano, llevó a cabo, en un primer período, una obra de gobierno iluminada, inspirada por el filósofo Lucio Anneo Séneca y por el prefecto del pretorio Sexto Afranio Burro. El segundo período de su reinado se caracteriza por una política fragmentaria, por la sucesión de despiadadas conjuras (la más famosa de las cuales fue la de los Pisones) y por una serie de delitos, realizados en una atmósfera cargada de absolutismo despótico: asesinatos de su madre Agripina, de su hermanastro Británico y de sus esposas Octavia y Popea.

+ El incendio de Roma


El acontecimiento de mayor relieve del reinado de Nerón fue el incendio de Roma en la noche del 18 al 19 de julio de 64 d.C. Pese a la evidente responsabilidad del emperador, la culpa recayó en los cristianos, falsamente acusados por las autoridades para evitar posibles alteraciones del orden público. Después de una larga serie de conjuras palaciegas, en 68 d.C. los ejércitos de las provincias de Hispania, dirigidos por Julio Vindicio y Servio Sulpicio Galba, se rebelaron contra el poder central. El senado declaró la destitución del emperador y que fuera perseguido como enemigo público. Nerón huyó de Roma y se mató con la ayuda de un liberto el 9 de junio de 68 d.C.

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Artículo 38 de 42 de nuestra serie de entradas sobre la historia de Roma.