Es importante destacar cómo se organizó la sociedad en la Hispania romana. Muy esquemáticamente vamos a intentar describir la organización social durante la época romana.
Se distinguían dos tipos de hombres: los hombres libres y los esclavos.
Los primeros podían, según su situación económica, ocupar diferentes estratos sociales.
A) Los hombres libres.
1) Los miembros del orden senatorial accedían al máximo rango dentro de la sociedad y podían gozar de propiedades en tierras, bienes y dinero en cantidades importantes. En general, estos miembros del orden senatorial procedían de familias patricias que habían llegado de Roma, y eran más bien romanos desplazados que hispanos, que ocupaban con frecuencia importantes cargos políticos o militares.
2) El orden de los caballeros, que absorbió en buena medida a la aristocracia ibérica, cubría los puestos de magistrados de diferentes tipos en la propia Península, así como algunos rangos medios del ejército y de la administración local.
3) Los decuriones controlaron las administraciones municipales, eran frecuentemente autóctonos y constituyeron un grupo de gran poder en todas las zonas urbanas.
4) El pueblo o plebe, aunque libre y considerablemente próspero, carecía de poder político directo. Estaba constituido por los artesanos urbanos, los pequeños propietarios rurales, los comerciantes y también por una masa de gentes que pululaban sin un medio de vida fijo, dependiendo de la buena voluntad de los señores, corriendo el riesgo de caer en el grupo de los absolutos desheredados.
B) Los esclavos.
De origen, raza e incluso idioma muy diferentes, los esclavos eran en su mayoría prisioneros de guerra, delincuentes que habían perdido sus derechos de ciudadanía, gentes capturadas en las fronteras del Imperio. Eran numerosos y existía un comercio activo de ellos, puesto que se los consideraba como una mercancía necesaria más, incluso una mercancía muy valiosa en los casos en los que tenían una alta especialización (por ejemplo, podían ser excelentes luchadores y ser utilizados como gladiadores).
Es difícil calcular el volumen total de esclavos en la España romana pero es probable que superaran en número con creces al de los ciudadanos. Algunos autores estiman en unos cinco o seis millones el total de pobladores en la Hispania romana en su momento de máximo esplendor.