domingo, 7 de octubre de 2012

Historia de Roma (XIV): las guerras samnitas

La victoria sobre los latinos y la penetración en Campania abrieron una nueva fase de la política romana que tenía como objetivo la conquista de la supremacía de Italia. Pero cuando los romanos intentaron someter la parte meridional de la península, se encontraron con el belicoso pueblo de los samnitas, establecido en las mesetas de Molise.

Roma y las guerras samnitas

- Primera guerra samnita


La primera guerra samnita (343-341 a.C.) estalló cuando los romanos acudieron en defensa de la ciudad campana de Capua. Pese a estar vinculada por un pacto de alianza con los samnitas, Roma se alineó al lado de los campanos para repeler la agresión. Hay pocos datos sobre el desarrollo de la guerra, pero se sabe, no obstante, que se cerró con el establecimiento de vínculos de amistad entre Capua y Roma, y con una renovación del acuerdo entre samnitas y romanos.

- Segunda guerra samnita


En 327 a.C. estalló la segunda guerra samnita. Llamados de nuevo por Capua, los romanos intervinieron, en ayuda de la facción aristocrática, en el conflicto que asolaba la ciudad de Nápoles.

Lograron vencer a la facción opuesta, apoyada por los samnitas, y restablecieron el orden en la ciudad. Así empezó la primera fase de la segunda guerra samnita, que terminó con la derrota sufrida en Caudium (321 a.C.).

Intentando sorprender a los samnitas por la espalda, el ejército romano llegó hasta Apulia y se adentró en el Apenino de Campania, pero quedó atrapado en un valle y fue obligado a una rendición humillante.

Después de un intervalo de paz, la guerra se reanudó en 316 a.C., y prosiguió durante más de un decenio con suerte alterna, para culminar con la victoria romana de Boiano, la capital del Samnio. Los samnitas pidieron la paz y fueron obligados a ceder el control de las fértiles llanuras de Campania (304 a.C.).

- Tercera guerra samnita


Pocos años después una gran coalición de pueblos intentó combatir la hegemonía romana. Etruscos, umbros, sabinos, galos del norte y samnitas del sur oprimían a los romanos en una pinza. Así empezó la tercera guerra samnita (298 a.C.). El ejército romano, numéricamente inferior, logró hacer frente a la poderosa coalición impidiendo que los dos flancos enemigos se unieran. El enfrentamiento decisivo se dio en 295 a.C. en Sentino (junto a la actual Sassoferrato), en Umbría, donde los romanos obtuvieron una victoria clamorosa. Derrotados en el campo de batalla, los galos se retiraron hacia el norte, mientras que etruscos y umbros estipularon tratados de paz por separado con Roma. Sabinos y samnitas aún resistieron cinco años más, pero en 290 a.C. los primeros perdieron su independencia y los segundos se vieron forzados a pedir la paz.

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Artículo 14 de 42 de nuestra serie de entradas sobre la historia de Roma.