lunes, 8 de octubre de 2012

Historia de Roma (XV): la conquista de la Magna Grecia

Una vez liquidada la amenaza samnita, la poderosa colonia griega de Tarento era el último obstáculo para la total hegemonía de Roma. Ésta había firmado en 302 a.C. un acuerdo con Tarento, por el que se comprometía a no rebasar el promontorio del cabo Lacinio (actual cabo de las Columnas), el extremo oriental de Calabria. Pero la política romana en relación con las colonias griegas del sur de Italia cambió a instancias de la nobilitas, que deseaba controlar el floreciente tráfico comercial de los puertos del sur.

Flota romana y cartaginesa

- Inicios de la conquista de la Magna Grecia: solicitud de ayuda a los romanos


La conquista de la Magna Grecia se inició con una solicitud de ayuda. En 282 a.C., Turi, amenazada por los lucanos, invocó la protección de los romanos. Después de derrotar a los agresores, Roma instaló una guarnición en Turi y en otras ciudades italiotas de Calabria que se pusieron bajo su protección, como Locri, Reggio y Crotona.

- Los tarentinos destruyen la flota naval romana, y solicitan ayuda a Pirro, rey del Epiro


Cuando los romanos, en una demostración de fuerza, mandaron una flota naval ante Tarento, violando el tratado de 302 a.C., los tarentinos destruyeron una parte de las naves, dispersaron a la guarnición de Turi y solicitaron la ayuda de Pirro, rey de Epiro, para dirigir la guerra contra Roma.

- Pirro desembarca en Italia, trata de dirigirse a Roma y al no conseguirlo se dirige a Sicilia


Pirro desembarcó en Italia en 280 a.C. con un ejército de 25.000 hombres y 20 elefantes. Ese mismo año derrotó a los romanos en Heraclea. Tras la victoria, las ciudades griegas de la costa jónica expulsaron a las guarniciones romanas y Pirro se dirigió contra Roma. En 279 a.C. se enfrentó a los romanos en Ascoli Satriano, en Foggia, pero, al no lograr doblegarlos, se dirigió a Sicilia donde los siracusanos, en guerra contra Cartago, lo llamaban en su ayuda.

- El rey, sin aliados en Sicilia, es derrotado en Malevento, y vuelve a Epiro


Después de sus primeros éxitos, el rey fue abandonado por sus aliados sicilianos que temían su permanencia en la isla como dictador. Volvió al continente en 275 a.C. y se enfrentó de nuevo al ejército romano en Malevento, donde sufrió una derrota que lo obligó a volver a Epiro.

- Sin el apoyo de Pirro, las ciudades italiotas se rinden


Privadas del apoyo de Pirro, las ciudades italiotas se sometieron a Roma, que completó la ocupación del sur llegando hasta Reggio y fundando un gran número de colonias.

----------

Artículo 15 de 42 de nuestra serie de entradas sobre la historia de Roma.