jueves, 6 de febrero de 2014

Adquisición de la posesión en el Derecho romano: "corpus" y "animus"

Hemos recopilado en esta entrada diferentes textos romanos, en latín y con su correspondiente traducción, acerca de la adquisición de la posesión en Derecho romano.

Posesion en Derecho romano

- Adquisición de la posesión con el corpus y el animus


Y logramos la posesión por el corpus y el animus, no por el solo animus o el solo corpus. Esto que acabamos de decir, de que la posesión la debemos adquirir mediante el corpus y el animus, no se ha de entender, sin embargo, de tal manera que quien quisiera poseer un fundo haya de andar sobre todos sus terrones, pues basta con que entre en una parte cualquier del fundo, con tal que lo haga con la intención y propósito de querer poseer todo el fundo hasta sus límites.

Et apiscimur possessionem corpore et animo, neque per se animo aut per se corpore. Quod autem diximus et corpore et animo adquirere nos debere possessionem, non utique ita accipiendum est, ut qui fundum possidere velit, omnes glebas circumambulet: sed sufficit quamlibet partem eius fundi introire, dum mente et cogitatione hac sit, uti totum fundum usque ad terminum velit possidere.

D., 41, 2, de adquirenda v. amitt. poss., 3, 1 (Paulo).

- Retención de la posesión a través del arrendamiento


Si la prenda que me fue entregada yo la diese en arrendamiento a su dueño, retengo la posesión a través del arrendamiento, porque antes del arrendamiento al deudor (dueño de la prenda) la posesión no era ya de él, y porque yo tendré el animus de retenerla y el arrendatario no tendrá el de adquirirla.

Si pignus mihi traditus locassem domino, per locationem retineo possessionem, quia antequam conduceret debitor, non fuerit eius possessio, cum et animus mihi retinendi sit et conducenti non sit animus possessionem apiscendi.

D., 13, 7, de pigneraticia act., 37 (Paulo).

- Adquisición de la posesión por mediación


Por medio de procurador, tutor o curador adquirimos para nosotros la posesión. No obstante, si hubieran conseguido la posesión en su propio nombre, no con la intención de prestar únicamente su colaboración, no la adquirimos para nosotros. Si, al contrario (de lo indicado al principio), dijéramos que no podemos adquirir la posesión para nosotros por mediación de aquellos que la reciben en nuestro nombre, resultaría que ni poseería aquel a quien le fue entregada la cosa, porque no tiene animus de poseedor, ni aquel que la entregó, toda vez que cedió la posesión.

Per procuratorem tutorem curatoremve possessio nobis adquiritur. Cum autem suo nomine nacti fuerint possessionem, non cum ea mente, ut operam duntaxat suam accommodarent, nobis non possunt adquirere. Alioquin si dicamus per eos non adquiri nobis possessionem, qui nostro nomine accipiunt, futurum, ut neque is possideat cui res tradita sit, quia non habeat animum possidentis, neque is qui tradiderit, quoniam cesserit possessione.

D., 41, 2, de adquirenda v. amitt. poss., I, 20 (Paulo).

- Posesión de fincas de pastos


Las fincas de pastos de invierno o de verano las poseemos por el animus, aunque las dejemos en determinadas temporadas.

Saltus hibernos aestivosque animo possidemus, quamvis certis temporibus eos relinquamus.

Eod., 3, 11 (Paulo).

- Esclavo dado en prenda o tenido en precario


El que recibió en prenda (un esclavo) o el que lo tuvo en precario no está obligado por la acción noxal, pues aunque posean justamente, no poseen en concepto de dueños, sino que se entiende que aquéllos (esclavos) están todavía en la potestad del dueño, si éste tuviera la facultad de recuperarles.

Is qui pignori accepit vel qui precario rogavit non tenetur noxali actione: licet enim iuste possideant, non tamen opinione domini possident: sed hos quoque in potestate domini intellegi, si facultatem repetendi eos dominus habeat.

D., 9, 4, de noxalibus act., 22, 1 (Paulo).

- Posesión pignoraticia y precaria y acción Publiciana


A algunos, a veces, ni por justas posesiones les compete la acción Publiciana, pues la posesión pignoraticia y la precaria son justas, y, sin embargo, no por ellas suele competer tal acción, por la razón de que ni el acreedor (pignoraticio) ni el que pidió en precario adquieren la posesión con el animus de creer ser los dueños.

Interdum quibusdam nec ex iustis possessionibus competit Publicianum iudicium: namque pigneraticiae et precariae possessiones iustae sunt, sed ex his non solet competere tale iudicium, illa scilicet ratione, quia neque creditor neque is qui precario rogavit eo animo nanciscitur possessionem, uy credat se dominum esse.

D., 6, 2, de Publiciana, 13, I (Gayo).

- Inexistencia de posesión por hurto


Si para cometer hurto hubieses cogido la cosa en ti depositada, dejo de poseerla. Pero si no la hubieses movido de sitio y tuvieses únicamente el propósito de oponerte a la devolución, la mayoría de los antiguos jurisconsultos y Sabino y Casio dictaminaron, acertadamente, que yo sigo siendo poseedor; porque no se puede cometer hurto sin manejo de la cosa, ni ha lugar a un hurto con solo el animus.

Si rem apud te depositam furti faciendi causa contrectaveris, desino possidere. Sed si eam loco non moveris et infitiandi animum habeas, plerique veterum et Sabinus et Cassius recte responderunt possessorem me manere, quia furtum sine contrectatione fieri non potest nec animo furtum admittatur.

D., 41, 2, de adquirenda v. amitt. poss., 3, 18 (Paulo).

- Posesión en nombre propio por persona ajena


En general, cualquiera que sea el que en nuestro nombre esté en posesión, por ejemplo, un procurador, un huésped o un amigo, se entiende que poseemos nosotros.

Generaliter quisquis omnino nostro nomine sit in possessione, veluti procurator hospes amicus, nos possidere videmur.

Eod., 9 (Gayo).

- Posesión a través de otras personas


Por medio de las personas libres que no están en nuestra potestad no podemos adquirir nada para nosotros. Mas, por medio de utilidad, se ha aceptado el que podamos adquirir para nosotros la posesión por medio de procurador. Se discute, sin embargo, si, estando ausente el poderdante, no será adquirida más que si es ratificada por éste.

Per liberas personas quae in potestate nostra non sunt, adquiri nobis nihil potest. Sed per procuratorem adquiri nobis possessionem posse utilitatis causa receptum est. Absente autem domino comparata non aliter ei, quam si rata sit, quaeritur.

Paulo, Sent., 5, 2, 2.

- Retención de la posesión por el animus


Se entiende que poseemos, no sólo si poseemos nosotros mismos, sino también cuando en nuestro nombre está alguien en posesión, aunque no sea un sometido a nuestra potestad; por ejemplo, un colono o un inquilino; también se entiende que poseemos nosotros por mediación de aquellos en quienes depositamos la cosa, o se la dimos en comodato, o les concedimos gratuitamente la habitación. Por eso opinan muchos que se retienen la posesión sólo con el animus, es decir, aunque ni estemos nosotros mismos en la tenencia, ni otro en nuestro nombre, ya que si nos marchásemos de allí, no con intención de abandonar la posesión, sino de retornar después, se entiende que retenemos la posesión.

En el segundo comentario expusimos ya por medio de quienes podemos adquirir la posesión, y no hay duda alguna de que únicamente con el animus no puede ser adquirida la posesión.

Possidere autem videmur non solum si ipsi possideamus, sed etiam si nostro nomine aliquis in possessione sit, licet is nostro iuri subiectus non sit, qualis est colonus et inquilinus; per eos quoque, apud quos deposuerimus, aut quibus commodaverimus, aut quibus gratuitam habitationem praestiterimus, ipsi possidere videmur; et hoc est quod vulgo dicitur retineri possessionem posse per quemlibet, qui nostro nomine sit in possessione. Quin etiam plerique putant animo quoque retineri possessionem, id est ut quamvis neque ipsi simus in possessione neque nostro nomine alius, tamen si non relinquendae possessionis animo sed postea reversuri inde discesserimus, retinere possessionem rettulimus; nec ulla dubitatio est quin animo possessionem apisci non possimus.

Gayo, 4, 153.

- Lo adquirido por medios naturales, adquirido por medio de cualquiera


Lo que se adquiere por modos o negocios regulados por el ius civile lo podemos adquirir valiéndonos de aquellos que están en nuestra potestad; así, por ejemplo, cuando media una estipulación; lo que se adquiere por medios naturales, como la posesión, lo adquirimos por medio de cualquiera, queriendo nosotros.

Ea quae civiliter adquiruntur per eos, qui in potestate nostra sunt, adquirimus, veluti stipulationem: quod naturaliter adquiritur, sicuti est possessio, per quemlibet volentibus nobis possidere adquirimus.

D., 41, I, de adquirenda rerum dom., 53 (Modestino).

----------

Fuente:
Arias Ramos, "Derecho romano", págs. 711 - 712 y 931 - 932.