sábado, 7 de marzo de 2015

Vicisitudes del Derecho romano en Occidente

Aunque las compilaciones de Justiniano estaban destinadas a Oriente, fueron, no obstante, promulgadas también con autorización especial en Italia, y cuando Justiniano expulsó de ella a los ostrogodos, prescribió la observancia de sus leyes con la sanctio pragmatica pro petitione Vigilii del año 554, y las mandó estudiar en las escuelas.

Universidad en Italia

- El derecho romano justinianeo, en Italia


Desde aquel momento el derecho romano justinianeo rigió siempre en Italia, a pesar de los cambios políticos que tuvo que sufrir; y se sabe positivamente que aun durante la dominación longobarda se enseñaba el derecho romano en Roma, Ravena y Bolonia, y más tarde también en Pavía, en cuya última ciudad se estudiaba junto con el derecho longobardo. Durante los primeros siglos de las dominaciones extranjeras vivía aún el derecho romano, si bien con vida lánguida e inerte, hasta que en el siglo XII le vemos surgir de aquel letargo, ser objeto del estudio de las personas más cultas y estar, por último, en vigor como ley positiva, en los países más civilizados de Europa.

- La exigencia de un derecho civil más desarrollado en un Italia floreciente: las compilaciones justinianeas


Al terminar el siglo X comenzaba Italia a recobrarse de la prolongada opresión de los bárbaros, reflorecían el comercio y las artes y volvía el bienestar. Las ciudades lombardas habían llegado a un alto grado de riqueza y de prosperidad, y la nueva vida que animó su comercio y sus negocios exigía un derecho civil más desarrollado que el que podían ofrecerle los pocos compendios de las leyes justinianeas, a la sazón en uso y que habían sido suficientes para una edad tosca e inculta. Tal derecho se encontró en las compilaciones justinianeas que aún existían, y que, estudiadas a fondo, bastaban a satisfacer plenamente todas las necesidades de la época.

- Los estudiantes de derecho de Bolonia, Roma, Ravena o Pavía, difusores del derecho romano por Europa


El primero que, según la tradición, puso con éxito manos a la obra fue Irnerio, quien, hacia principios del siglo XII, estableció en Bolonia, su patria, la enseñanza de retórica y gramática, con las que hasta entonces andaba confundido. No obstante, ya antes existían las referidas escuelas de derecho en Roma, Ravena, Pavía y en la misma Bolonia; pero la reputación de la de Irnerio las eclipsó de tal manera, que apenas quedó un vislumbre de ellas en la memoria de los escritores de aquel tiempo. Las lecciones de los doctores boloñeses (glosadores) atrajeron a Italia a la juventud de toda Europa, y en tropel se acudía a aquella clásica tierra para atesorar una ciencia, a la sazón extranjera; y de la escuela boloñesa salieron hábiles jurisconsultos, que al regresar a su patria difundían los conocimientos jurídicos romanos adquiridos en Bolonia, excitando una vehementísima afición al estudio del derecho romano, estudio por otra parte estimulando a las veces por el poder civil para hacer de él argumento de oposición al derecho canónico. De esta suerte el derecho romano fue acogido en toda Europa, donde estuvo en vigor hasta principios de este siglo, rigiendo todavía en algunos Estados, y aun los nuevos códigos de derecho civil publicados durante estos últimos años en las diversas naciones europeas, aparte de pocos modificaciones exigidas por los tiempos y por la índole local, no son más que compendios de la legislación civil romana.

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Fuente:
Derecho romano, Felipe Serafini, páginas 91 - 94.